Desde la más profunda oscuridad siempre recuerdo las palabras de mi madre: "El infierno siempre toma la forma de lo que tuviste que evitar". Despierto en el rumor de la ciudad y paseo con la displicencia de quien el tiempo es suyo. Me dirijo por la avenida de siempre, para encontrarme con la escuela, y los miles de recuerdos como ladrillos que la componen. En la esquina la iglesia con su antiguos vitroux y su estructura que se erige al cielo. Llego a mi calle, me apresuro para llegar a mi departamento. Cruzo la puerta de entrada del edificio, tomo el ascensor, escucho el ruido de las llaves abriendo la puerta y me encuentro de frente conmigo disparándome a la cabeza. Luego la oscuridad, para escuchar las palabras de mi madre...