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El amor errado

Son las doce horas, un minuto y quince segundos. El hechizo se deshizo y todo volvió a la normalidad: los briosos corceles pasaron de nuevo a ser ratones, la carroza a calabaza y Cenicienta, semidescalza, sueña con volver a ver al maravilloso hombre que acaba de conocer en la fiesta. Aunque en su interior se lamenta, porque sabe que lo de ellos nunca va a prosperar... él no es príncipe ni tiene fortuna ...

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Lo Importante de Enseñar Bien

Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su religión. La gente tiene que aprender a odiar, y si ellos pueden aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar, el amor llega más naturalmente al corazón humano que su contrario. Nelson Mandela ( Largo camino a la libertad )