Un lector le preguntó a Roberto Arlt de qué modo se debìa vivir para ser feliz. Él le respondió lo siguiente:
No mire lo que hacen los demás. No se le importe un pepino de lo que opine el prójimo. Sea usted, usted mismo sobre todas las cosas, sobre el bien y sobre el mal, sobre el placer y sobre el dolor, sobre la vida y la muerte. Usted y usted. Nada más. Y será fuerte como un demonio entonces. Fuerte a pesar de todos y contra todos. No importe que la pena lo haga dar de cabeza contra una pared. Interróguese siempre, en el peor minuto de su vida, lo siguiente: -¿Soy sincero conmigo mismo?Roberto Arlt, Aguafuertes Porteñas, editorial Losada, Septiembre 2002, pág. 138
Me ha gustado este texto. Por desgracia la mayoría de la gente no es sincera consigo misma y le importa demasiado lo que piensan los demás.
ResponderEliminarEn mi opinión la gente está tan centrada en si misma que le da igual lo que tiene a su alrededor, así que es una tontería pensar en lo que piensen los demás de uno mismo.