Ir al contenido principal

El Idioma de los Argentinos: 3º Parte, Jorge Luis Borges y la clave criolla



En la entrega anterior, planteamos que Borges y Arlt manifestaban desde su punto de vista de qué se trataba el idioma de los argentinos.Ahora nos enfocaremos en el primer autor.

Jorge Luis Borges planea en su obra una manera muy singular de expresar la esencia de lo nacional. “Su invención son las `orillas´, zona indecible entre la ciudad y el campo, casi vacía de personajes, salvo dos o tres tipos más presentes en las ficciones que en los poemas. El espacio imaginario de las orillas parece poco afectado por la inmigración, por la mezcla cultural y lingüística.”[1] Borges reconoce para sí una doble tradición comprendida: por un lado la cultura europea y por otro la nacional. Para edificar su programa se apoyó en los legados antes expuestos para cimentar lo criollo. Legados que lo afectaron personalmente y que luego volcó en su escritura. Por el lado de la cultura europea, era polígloto; virtud que le permitió apropiarse de un bagaje cultural único, que sumado a la posibilidad frecuentes de viaje y el contacto frecuente con intelectuales, todo gracias a su posición social acomodada, hicieron de él uno de los intelectuales argentinos más dotado de aquel momento. En tanto, por el lado nacional supo hacer gala de su origen patricio (“como tanto argentino, soy nieto y bisnieto de estanciero[2]) que en más uno de sus primeros poemas supo deslizar (por ejemplo”Dulcia Liquimus Arva “).

“Esta cercanía con la cultura y con la historia patria –común con algunos otros jóvenes martinfierristas- fue la condición que planteó Borges para formarse como intelectual argentino y desarrollar su literatura. La elección patrio-familiar (usando los términos indistintamente y como sinónimos) es una elección de peso en la década del veinte: Buenos Aires era ciudad de inmigrantes, de mezclas lingüísticas y étnicas, en proceso de alfabetización, con pocos intelectuales verdaderamente destacados. Allí Borges aparece como autoridad indiscutida cada vez que remarca su origen, su formación, su inclusión en la historia de la patria.”[3] Esta autoridad simbólica que lo erigía por encima de otros intelectuales le valió para plantear su concepto de lo criollo. “La estrategia borgiana consiste en darle una vuelta más al problema de la tradición argentina y zafar de la oposición nacionalismo/cosmopolitismo; reivindicando la cultura universal quiere reivindicar lo argentino y en eso consiste su programa criollista.”[4] Lo criollo, según el autor, estaría entre la ciudad y el campo, entre la civilización y la barbarie, entre la cultura occidental y la actitud de estas tierras. El límite que divide pero a su vez une también, sirve para establecer un sistema de correlaciones entre “lo de afuera” y “lo de aquí” pero en clave criolla.

Pero cabe destacar que desde ese límite criollo donde se sitúa, según Borges, nuestra manera singular de sentir y de hablar, él lo hace con cierta nostalgia. Pues cuando cita a Sarmiento, a Echeverría y a otros afirma: “Dijeron bien en argentino: cosa en desuso”[5]. Resumiendo, lo criollo como modo de ser nacional se encuentra como una flecha, que para tomar impulso retrocede contra la cuerda, en este caso las tradiciones, que le sostienen para desplazarse hacia el futuro.

Continuará con la postura de Arlt...



[1] Beatriz Sarlo, “Una modernidad periférica: Buenos Aires 1920 y1930, apunte de cátedra de la materia Periodismo y Literatura, de la carrera de Licenciatura en Comunicación Social, de la UNR, pág. 43.

[2] Graciela Montaldo y colaboradores, “Yrigoyen, entre Borges y Arlt”, Editorial Contrapunto, 1991, pág. 221.

[3] Idem anterior.

[4] Idem anterior, pág. 223.

[5] Jorge Luis Borges, “El idioma de los argentinos” en selección de apuntes de la cátedra de la materia Periodismo y Literatura, de la carrera de Licenciatura en Comunicación Social, de la UNR, pág. 145.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Duelo

La enemistad entre ellos era inmemorial, por ello un duelo era un desenlace esperado. A la hora y lugar señalados, los padrinos y los contendientes estuvieron en posición. Dos disparos, un difunto y un vencedor fue el saldo. Un padrino del caído le entregó una carta del difunto al que quedó en pie. El vencedor tomó una nota cubierta de polvo, sopló sobre ella, y cuando se disipó la nube, leyó: “Por ahora te crees ganador, pero el polvo de esta misiva es venenoso, ponte en guardia, muy pronto seguiremos el duelo.”

La Bruja

Todas las mañanas, camino de la escuela Beatriz pasaba por casa de Sonia, una señora a la que todos apodaban ‘la bruja’. Pese a que su madre le había dicho mil veces que no se acercara a la casa de la bruja; una tarde Beatriz no pudo más con la curiosidad y quiso saber quién era esa misteriosa señora. La encontró de espaldas: enormísima, se encontraba de espaldas juntando leña. La niña se acercó tímidamente y profirió un quedado ‘hola’ que provocó que la bruja cayera de bruces. Inmediatamente se repuso y se acercó a la niña que huía gritando ‘no me mate, no me mate’. Los días siguientes, Beatriz tomó otro camino para ir a la escuela; uno que la librara de pasar por la casa de la bruja. Pero como era una niña muy curiosa y persistente volvió a intentarlo. Esta vez fue más cautelosa. Llegó a la casa cantando, para conseguir así que la bruja la oyera llegar. La señora la esperó en la puerta de la casa. Cuando la niña estaba a unos pocos metros le dijo ‘Le he traído unas

500 Películas Clásicas para Ver Online

Hay un sitio llamado Open Culture que ofrece 500 películas clásicas del cine. Entre ellas encontrarás: Visitas | 59361 Comedia y drama 1984 Adiós a las armas   Alexander Nevsk y  ( También disponible en este enlace ) Alicia en el País de las Maravillas Sin novedad en el frente Incidente en el puente Owl Creek  Andrei Rublev Ángel en mi hombro   Baby Doll Becky Sharp Brave New World  ( una adaptación televisiva aquí ) Breaking the Code À bout de souffle  (Sin aliento) Captain Kidd Charade Cul-de-Sac Cine negro, thriller, horror (Hitchcock incluido) The 39 Steps The Big Combo The Driller Killer The Green Glove The Hitch-Hiker The Lady from Shanghai The Lady Vanishes The Lodger: A Story of the London Fog The Canterbury Tales (I racconti di Canterbury) The Man Who Cheated Himself The Man Who Knew Too Much The Man with the The Golden Arm The Manxman The Ring   The Second Woman The Skin Gam